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Información del producto
Suave y cremoso, pero con textura firme. Este clásico familiar es indispensable en los hogares irlandeses. Madurado entre tres y seis meses, su característico sabor es innegablemente Kerrygold. Ideal para fundir en platos de pasta, rallado en ensaladas o como ingrediente estrella de pizzas. Lo sencillo convertido en sagrado. packing: Al Vacío